Asociación Cauces = Basura

Hace pocos, los/as compañeros/as del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de la CNT-AIT de Madrid sacaron un comunicado denunciando públicamente las externalizaciones en el sector de los Servicios Sociales en la Comunidad de Madrid y la rapiña que estan haciendo las asociaciones y ONG`s con los recursos privatizados, instaurando la precariedad y convirtiendolo en un rentable negocio. Ponian de ejemplo en este caso, a la Asociación Cauces. El enlace es:

http://ensemad.cnt.es/content/view/396/1/

Las privatizaciones y las externalizaciones están de moda en la Comunidad de Madrid. De ellas se benefician tanto los amigos de Esperanza Aguirre como aquellos que se dicen de izquierdas. En un país donde solo gobierna las ansias de sacar y acaparar dinero, la derecha no es derecha y la izquierda es solo una pose y una estética para aparentar algo que luego en realidad no es. Como estamos viendo actualmente, la ofensiva neoliberal esta obligando a los países de la Unión Europea a privatizar lo que queda de los sectores públicos. En este caso vamos a hablar del estado del bienestar. Este tiene su raíz en evitar el malestar social que llevó a Europa a la Segunda Guerra Mundial. Es una respuesta institucional basada en la cooperación altruista. Establece un reparto equitativo de los beneficios y de la riqueza de la población. Tiene como pilares fundamentales:

• La existencia de un estado que pueda intervenir en la vida social y económica.

• El concepto de ciudadanía social (libertad individual, derechos políticos y sociales).

Por tanto son aquellas instituciones y recursos que el estado pone a disposición de cualquier individuo en riesgo de exclusión social y a las familias de los mismos, ya que el estado debe de garantizar la protección social de toda la población del estado, si el estamento familiar no tiene la capacidad suficiente para garantizar el bienestar social de uno o varios individuos que la compongan. Uno de los instrumentos fundamentales del Estado del Bienestar son los Servicios Sociales. Estos son órganos fundamentales para el para el bienestar social de la población ya que estos mismos tratan de identificar las necesidades de la población y se encargan de prevenir, paliar o corregir los diversos desajustes en la autonomía de la vida cotidiana de los individuos o las familias.

En lo relacionado con la drogodependencia, existen varios órganos diseñados para paliar, prevenir y corregir los desajustes que provoca la dependencia a sustancias estupefacientes. Este tipo de recursos, como son los pisos terapéuticos o los Pisos de Apoyo al Tratamiento, dentro de la Comunidad de Madrid, a través de la Agencia Antidroga, se encuentran externalizados y cedidos mediante “concurso” a diversas asociaciones y ONG`s, como por ejemplo la Asociación Cauces. Por tanto, desde los recursos que posee la comunidad de Madrid para trabajar con las personas drogodependientes (llamados CAID) se envían a estas personas a estos recursos para que la asociación trabaje con ellos todo lo relacionado con necesidades personales, empleo y ocio saludable, coordinados con el CAID. La asociación por realizar esta labor, se lleva dinero de la Comunidad de Madrid, el cual tiene que gestionar de acuerdo con el proyecto que están llevando a cabo con los usuarios de este piso. Por tanto, una asociación externa al organismo público esta realizando una labor de gestión de un recurso financiado por la Comunidad de Madrid. La manera que tiene la Asociación Cauces para gestionar estos recursos es totalmente lamentable, tanto con los usuarios como con los mismos trabajadores/as. Este forma de trabajo esta relacionado en mantener el mayor numero de usuarios en el piso en el tiempo que estipula el reglamento de la Agencia Antidroga, con el mínimo esfuerzo y ahorro posible. Para ello utilizan estrategias basadas en el conductismo más rancio que uno pueda esperar: Uso de la coacción y la amenaza a trabajadores/as y a usuarios, maltrato psicológico, aislamientos, chantajes emocionales o trato maternalista por parte de la coordinadora hacia los usuarios. Para ahorrar cuanto más dinero mejor, mezclan comida caducada con la del día, o intentan apropiarse el dinero que la Agencia Antidroga da a cada usuario que este falto de recursos. A este nefasto tratamiento basado en la reproducción de la injusticia social, hay que sumar las delicadas situaciones personales que sufren los usuarios con adicciones en todos los ámbitos de su vida. Por lo tanto, se llega fácilmente a la conclusión de que llegar a esta asociación y encontrarse con este panorama, y que te traten como una basura, puede conllevar a volver fácilmente a las adicciones.

En el tema laboral, esta asociación tiene contratados a varias trabajadoras. El perfil suele ser siempre mujeres fácilmente manipulables y muy obedientes a las directrices de la coordiandora. Las mismas, muchas veces trabajan más de 8 horas al día, y hay jornadas que no pueden realizar el mínimo de descanso de 12 horas estipulado por ley. Además tienen por costumbre no cubrir las bajas que puedan surgir, engañando a inspección con personas en prácticas. Además lo más gracioso es que tiene prohibido que las trabajadoras se vean fuera del ámbito laboral. Imagino que será para que no hablen de los temas personales fuera de lo su función y evitar así cualquier tipo de reivindicación.

La asociación suele sacar varias plazas todos los años de personas en prácticas, lo que indica personas sin ningún tipo de derecho laboral ni garantías, ni salario. Al contrario, la asociación cobra por parte del estado dinero por realizar una labor educativa, la cual se basa en que hagan el trabajo sucio y los recados a la asociación. Además, la misma se embolsa cuantiosos dividendos por parte del estado, que pagamos además todos/as de nuestros bolsillos.
Por lo tanto estamos hablando de una asociación que, con el dinero de todos/as se lucra a base de una forma de trabajar inoperante e ineficiente, basada en mantener a varias personas en un recurso bajo violencia psicológica, claro está de manera “voluntaria”. O esto o te vas a la calle y recaes.

Esta atrocidad, tanto para trabajadores/as, usuarios/as y contribuyentes debería convertirse en un acto de indignación en toda regla. Las externalizaciones y las privatizaciones están produciendo que pequeñas asociaciones empresas, según el ámbito, pero con un interés común, se estén quedando con nuestro dinero a base de prestar servicios deficientes para el pueblo. La Comunidad de Madrid, y en este caso la Agencia Antidroga consigue con esto ahorrarse la inversión en recursos, material y personal además de trasladar el riesgo y demás costes a este conjunto de pequeñas ONG`s que cobran sus ganancias en la reducción de la calidad del servicio y el empeoramiento de las condiciones laborales del personal, instaurando la precariedad y haciendo de estos servicios deficientes. Y al igual que la Asociación Cauces, lo es el resto de pequeñas asociaciones cuya función es que unos pocos listos con carrera de psicología vivan de una estructura ineficiente para la intervención.

El estado del bienestar del que tanto presumen las sociedad democráticas europeas, está empezando a desmantelarse y cederse al mejor postor. ¿Vamos a seguir los/as trabajadores/as y usuarios/as permitiendolo?

Y es que ya hasta los pobres y los excluidos ya son un negocio rentable.