viernes, 3 de junio de 2016

Discurso sobre la problemática de los becarios para el mitin de CNT Madrid el 1 de Mayo de 2016

Hace ya algo más de 1 año, el Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de la CNT abría un conflicto contra la Universidad de Alcalá de Henares. El motivo fue denunciar el despido de un trabajador que desarrollaba su labor bajo la fórmula de becario de formación. Y a pesar de que supuestamente su labor como becario en la universidad tenía como objetivo su formación, la realidad era bien distinta. Los trabajos de administración no valen para la formación de un ingeniero.
El objetivo de estas becas de formación no es otro que la universidad saque beneficio sin atender al carácter formativo de la beca. Esta labor debía haber sido realizada por una persona contratada directamente por la universidad.
Se inició entonces el conflicto abierto por nuestro compañero contra la Universidad de Alcalá de Henares reclamando sus derechos laborales, y el abono de las diferencias salariales respecto al convenio colectivo de aplicación. La solidaridad, como es característico de la CNT, no se hizo esperar y comenzaron los piquetes en el rectorado y los panfleteos en las bibliotecas y las diversas facultades de Madrid y Guadalajara para dar a conocer el conflicto y concienciar a los estudiantes, para que viesen que existe una herramienta de lucha contra la precariedad laboral. En este conflicto todavía abierto, se ha conseguido demostrar que las becas de formación no tienen carácter formativo, que la retribución debía ser mayor y que la actividad desarrollada es esencial para el funcionamiento de la universidad.

A raíz de este conflicto, se decidió crear una campaña de concienciación dirigida a todos los becarios y aspirantes a serlo que trabajan en las universidades y en las distintas empresas que se benefician de esta fórmula; tanto privadas como públicas. Así, hemos llevado nuestra voz a Ciudad Universitaria, la Universidad Nacional de Educación a Distancia, a la Universidad Politécnica de Madrid, o a empresas como INDRA, la cual ejecutó un ERE el año pasado, pero que se beneficia a la vez de personal becario.

Las becas, lejos de sus pretensiones, no son más que una fórmula que se ha encontrado para precarizar puestos de trabajo. Los becarios cobran menos que un trabajador contratado directamente, o ni siquiera cobran. Cotizan menos a la Seguridad Social, no tienen derecho a prestación por desempleo, no tienen derecho a vacaciones, ni a un mínimo de garantías de estabilidad laboral, ya que pueden ser despedidos en cualquier momento y sin ningún tipo de indemnización. Ni que decir tiene, que estos trabajadores no cuentan con protección por parte de los sindicatos subvencionados institucionalmente, dado que estos no pueden sacar ningún beneficio de la situación precaria de estos trabajadores para sus elecciones sindicales y sus comités de empresa.

La de los becarios no es sino una nueva forma de esclavitud, un mecanismo nacido de la práctica de la ideología neoliberal imperante en la Europa capitalista actual. Por un lado las empresas privadas se benefician ahorrando en personal teniendo trabajadores sumisos, con miedo al despido y la esperanza de la contratación directa. Por otro lado, las administraciones públicas, en proceso de desmantelamiento, se ahorran en sacar nuevas convocatorias de oposiciones para las categorías laborales más bajas, siendo ocupados por becarios o personal externo, ahorrándose costes y empeorando la calidad del servicio.
En último lugar estamos los becarios, desesperados por conseguir alguna forma de introducción en el mercado laboral, después de estudiar años en las universidades. Vemos cómo se aprovechan de nuestra necesidad de experiencia práctica, nos exprimen, y nos dejan tirados como si fuésemos mierda; sin inclusión en el mercado laboral, y sin haber conseguido experiencia en nuestro campo. En un contexto social, con una tasa de más del 20% de trabajadores en situación de desempleo, se nos obliga a irnos fuera para poder labrarnos un futuro digno en nuestra profesión, o en trabajos basura.

¡¡COMPAÑEROS!!, no nos podemos resignar ante las embestidas del neoliberalismo. La solidaridad y el apoyo mutuo son algunas de las características que dan identidad a la CNT como sindicato de clase. Es una herramienta de lucha totalmente válida para la organización de todos los trabajadores becarios. Nosotros vemos en la organización horizontal, el apoyo mutuo y la implicación directa, la mejor herramienta para luchar por lo que es nuestro. ¡Hay futuro!

CONTRA LA PRECARIEDAD LABORAL
POR LA CONTRATACIÓN FIJA Y DIRECTA
POR LA AUTOORGANIZACIÓN


sábado, 18 de julio de 2015

Sofocante ola de calor capitalista

El sofocante calor que estos días está asolando la península ibérica, no hace más que machacarnos y ahogarnos un poco más en la ardua labor de la supervivencia diaria a la que nos vemos sumidos los/as trabajadores/as. En cualquiera de estos últimos días, en la jungla de cemento, hormigón, ladrillo y alquitrán que es la capital, se han podido alcanzar máximas de más de 45 grados, mucho más de las que anuncian los medios de información.
Las olas de calor no es un fenómeno nuevo que haya empezado a existir ahora. El problema viene, en que se haya vivido hasta la fecha, una ola de calor de 15 días de duración precedida por una anterior, en el mes de junio. Este fenómeno, están haciendo que en regiones montañosas del norte de la península, con un clima de montaña, se puedan alcanzar casi los 40 grados de temperatura. Este fenómeno  se está caracterizando por la mayor frecuencia en el tiempo, y la intensidad. Y aun siendo esta situación una desgracia para la biodiversidad y el ser humano, hay quienes se benefician de esta situación, y puede decirse de que además la provoca.

El sofocante calor a diario, hace que tengamos que encender millones de aparatos de aire acondicionado, para pasar el día a día y dormir medianamente en condiciones, y así ser más productivos en nuestro puesto de trabajo.
 Millones de tiendas de ropa ponen desde muy temprano millones de aparatos de aire acondicionado alrededor de plazas duras donde se acumula un calor abrasador para incitar al consumo a través de la sensación de bienestar que provoca estar en la tienda frescos.
 Cada año millones de personas acuden a las costas del levante peninsular, asolado por la especulación inmobiliaria durante décadas para agolparse en las playas del mediterráneo; donde las urbanizaciones vierten toneladas de desperdicio al mar y, junto con otros factores, sube la temperatura del agua. Una de las consecuencias directas es que las playas se llenan de medusas, a falta de sus depredadores naturales. Para protegernos los ojos del sol necesitamos gafas de sol; necesidad promocionada por tantas y tantas empresas de fábricas y ventas de este tipo de objetos con un mercado propio. Debido al agujero de la capa de ozono (por el vertido de CFC al aire, siendo habitual en los aparatos de aire acondicionado), y la entrada de rayos ultravioletas, necesitamos cremas protectoras para evitar quemaduras y el cáncer de piel. Enfermedades que benefician de lleno a la industria farmacéutica. Deberemos untarnos estas cremas en nuestra piel cada vez que salgamos a la calle, vallamos a la montaña o estemos en la playa o piscina, para ponernos morenos siguiendo el canon estético determinado en esta época.
Si en vez de la playa, elegimos la montaña, encontraremos decenas de parajes en el interior de la península donde la naturaleza este domesticada, al gusto de las ofertas que ofrece la empresa a los/as aguerridos/as aventureros/as, o para quien busque la paz de la montaña; por supuesto lejos de molestos animales salvajes, que para eso ya está el zoo.
Si lo que nos gusta es la piscina, en las grandes ciudades donde viven millones de personas, podemos disfrutar de decenas de piscinas que gastarán millones de metros cúbicos de agua clorada, siendo  la época veraniega cuando las precipitaciones son menores. Podemos abrir el grifo del agua para gastar y gastar, siempre con el fantasma de la sequía a nuestras espaldas. Si la necesidad es de más agua, se pueden construir más presas que destruyan centenares de hectáreas de bosque y llevarse por delante los pueblos que hagan falta, y arrebatar a sus habitantes sus formas de vida. Además, con la ventaja de poder especular alrededor y urbanizar.
Que mejor para comer, que nuestra casi extinta dieta mediterránea. Para refrescarnos con una buena ensalada que, podemos comprar ya hecha. En Andalucía podemos encontrar miles de kilómetros de invernaderos de tomates que exportan a otros lugares, mientras importamos otros  tomates de otras partes del mundo, con su correspondiente gasto energético y polución.

Podemos seguir con tantas y tantas necesidades artificiales que acarrean las olas de calor, producidas por la desertización y  el sinsentido de la producción capitalista en todo el mundo.
Gastamos y gastamos y gastamos dinero, en productos y servicios que hace que se gaste cada vez más territorio y biodiversidad, con lo cual cada vez necesitaremos más y más por encontrar cada vez más carencias en el planeta. Un circulo vicioso de competencia y destrucción que se retroalimenta y consume todo lo que le rodea.
Ahora la famosa ardilla, en vez de saltar de árbol en árbol, se podría decir que lo puede hacer de tejado en tejado. Entonces… ¿De qué nos extrañamos?

Que estas fábricas y talleres se construyen, no para hacer negocio vendiendo cosas inútiles y nocivas,  sino   para   satisfacer   las   necesidades   desatinadas   de millones de europeos; y entonces los maravillará el ver con qué facilidad y en qué poco tiempo pueden cubrirse   nuestras   exigencia   de   vestidos   y   de   miles   de   artículos ,   desde   el momento   en   que   la   producción   se   encamine   a   satisfacer   verdaderas   necesidades   y   no   a engordar a los accionistas con crecidos dividendos,  o a derramar el oro  en el bolsillo  de los iniciadores   o  directores  en  grande.   Pronto   se  sentirán  interesados   en  ese  trabajo,   y  tendrán ocasión de admirar en nuestros hijos su vivo deseo de conocer la Naturaleza y sus fuerzas, sus insistentes preguntas respecto al poder de la maquinaria, y la rapidez con que se desarrolla en
ellos su genio inventivo.
Tal   es   el   porvenir,   ya   posible,   ya   realizable;   tal   es   el   presente,   ya   condenado   y   próximo   a desaparecer.   Y   lo   que   nos   impide   volverle   la   espalda   a   este   presente   y   marchar   hacia   el porvenir, o al menos dar los primeros pasos hacia él, no es la «deficiencia científicas», sino, lo primero,  nuestra estúpida  ambición  -la del  hombre que mató  la gallina  que ponía huevos de oro;-   después,   nuestra   inercia   mental,   esa   cobardía   del   entendimiento   tan   cuidadosamente amamantada en tiempos pasados.
Piort Kropotkin – Campos, fábricas y talleres

lunes, 30 de marzo de 2015

Democracia representativa, voto, legitimación y opresión. Alternativas desde la autoorganización y autogestión

El voto y la legitimización
 
En la radio, televisión, prensa y las diversas redes sociales, desde hace ya unos meses nos vienen preparando para los diversos procesos electorales que se irán llevando a cabo en el país durante todo el año 2015. Este bombardeo desde los medios de comunicación y redes sociales tiene el objetivo de adjudicar estatus a este o aquel líder y partido, y presionarnos como miembros (de un país, comunidad autónoma, ciudad, etc.) a participar en el proceso electoral para legitimar la necesidad de que profesionales de la política o el sindicalismo (en el caso de las elecciones sindicales) nos dirijan y gobiernen desde las estructuras del estado por el bien común.

Maquiavelo se refiere a la "razón de estado" cuando aconsejaba que un buen patriota recurriese al crimen para servirlo y asegurar su triunfo, ya que el estado es en sí una finalidad. Max Webber (sociólogo alemán del siglo XIX), en La política como vocación establece que el estado reclama el monopolio del uso legítimo de la violencia, y que este monopolio se establece mediante la legitimación. Mijail Bakunin afirma que "El crimen es la condición necesaria de la misma existencia estatal, y contribuye por eso a su monopolio exclusivo"(1), y no es de extrañar esta denuncia cuando los moldeadores del estado moderno hablan de que la violencia es exclusiva del estado y una herramienta para mantenerse a sí mismo; y de la necesidad de que sea legitimado por el pueblo. La legitimidad, como expresa Max Weber, es un carácter crucial para la existencia del estado. Para que exista un derecho justificable para gobernar, el estado necesita del ritual del voto "pro tempore", para que todos y cada uno de los habitantes de un país, con su participación, legitimen la necesidad de la existencia de la ley, el estado y la aceptación voluntaria de que sean gobernados. Así, una vez recompuesto el poder ejecutivo y legislativo, el estado se da prioridad para reprimir los movimientos obreros y sociales que configuran luchas independientes contra el capitalismo fuera de las estructuras del estado. Desde la transición española, el voto es el eje actual que necesita la democracia representativa para legitimarse.

A partir de ahora, y hasta que termine el proceso electoral, empezaremos a ver carteles en las carreteras, en las marquesinas de las paradas de autobús, en las farolas, en el metro, etc., con la cara del candidato del partido de turno, un lema y el color representativo. Carteles por las paredes de las calles, plazas y avenidas de otros partidos no tan mayoritarios, pancartas en puentes con el debido permiso a través de militantes decididos que dan visibilidad a su respectivo partido solo para estos eventos. Estos militantes, durante este periodo electoral, usan imágenes, señas, colores y todo tipo de simbología para reconocerse entre ellos, ensalzar al partido y sus líderes, y ensalzar su identidad nacional, territorial o local. Todo el proceso de campaña, hasta el día de la votación, es un rito, un momento de ebullición colectiva, de regeneración, de pertenencia y dependencia colectiva de un orden moral superior, en este caso representado por el estado. Al igual que el ritual religioso, actúa en el seno de los habitantes con derecho a voto de un país, provincia o localidad concretas, para mantener, renovar y reforzar los sentimientos de pertenencia colectiva y dependencia de un orden moral que representa el estado y sus instituciones, las cuales nos protege del caos y el desorden que conllevaría la ausencia de estado.
Esclavos de Dios, los hombres deben serlo también de la iglesia y del Estado, en tanto que este último es consagrado por la iglesia. (2)
Mijail Bakunin

Estado y partidos políticos
Si hay algo que ha quedado claro para cualquier persona que vea la evolución de los resultados de otras elecciones y las famosas encuestas que publican en distintos medios de comunicación, es que el bipartidismo hegemónico en España se ha fracturado debido tanto a las circunstancias sociales como a los diversos escándalos de corrupción que se han destapado a nivel de todo el país. Una nueva generación de políticos, algunos salidos de las altas instancias universitarias, han creado partidos que, aun con poca trayectoria, han sabido canalizar el descontento que existe entre la población para hablar de regeneración política, estableciendo una ruptura con la antigua estructura de los partidos tradicionales, pero no del parlamentarismo, e ilusionando a la población descontenta con la políticas ejercidas por los partidos mayoritarios, a los cuales no sentían apego.

Sin embargo, en los discursos de estos partidos no encontramos absolutamente nada nuevo. Se mezclan los discursos desde Platón, hasta el de varios ilustrados como Rousseau. A través del interclasismo y la desideologización, dicen lo que cada capa y estructura social quiere escuchar. El objetivo no es el de la ruptura, sino el de la regeneración del capitalismo. Son la nueva rueda de cambio de la maquinaria política, para que el estado y la economía capitalista vuelvan a estabilizarse, y las élites económicas, los banqueros y los empresarios continúen con la estabilidad política necesaria para el normal desarrollo del neoliberalismo.
"Todos los partidos políticos, sin excepción alguna, en tanto aspiren al poder público, no son sino formas particulares del absolutismo. No habrá libertad para los ciudadanos; no habrá orden en la sociedad, ni unidad entre los trabajadores, mientras que en nuestro catecismo político, no figure la renuncia absoluta a la autoridad, armazón de todo tutelaje." (3)
Pierre-Joseph Proudhon

Pero los partidos políticos obedecen a la forma de desarrollo y estructuración del estado y del capital. Estructuras que provienen de la fundación del estado moderno y el desarrollo de la ideología capitalista en el siglo XIX. Los primeros anarquistas de la época ya comenzaron a criticar las estructuras ideológicas en las que se basa el estado moderno, y su herencia del absolutismo monárquico. Proudhon afirma que es imposible eliminar las antiguas tradiciones absolutistas monárquicas solo en el terreno y conservarlas en todos los demás elementos, ya que se entrega la causa de la liberación social a un nuevo tipo de despotismo. La explotación económica, la opresión política y la servidumbre intelectual no significan sino diferentes fenómenos producidos por una misma causa, la simbología de la idea monárquica y absolutista como forma de esclavitud humana. Afirmó que el capitalismo es "la monarquía de la economía" ya que convierte el trabajo en tributario del capital, del mismo modo que la sociedad rinde tributo al estado y al espíritu de la iglesia. Y al igual que el capital hace respecto al trabajo, lo hace el estado y autoridad en relación a la libertad (4). Así, vio el peligro de la centralización económica en los nuevos estados modernos, y las consecuencias que tuvieron, en lo que se conoce ahora como la I Guerra Mundial.

Mijail Bakunin, para criticar la nueva forma de autoridad que el estado moderno establece en el nuevo poder político y económico, cuya raíz principal está en el absolutismo monárquico, pone como referente el lema del despotismo ilustrado del rey francés Luis XVI de "Tout pour le peuple, rien par le peuple", (todo para el pueblo, nada para el pueblo), para establecer como cualquier gobierno, sea de "santos y nobles, liberales y hasta republicanos" (5), sienta que tiene la misión de conducir a los/as trabajadores/as, aun sacrificando los intereses de estos últimos.

Conclusiones y alternativa, la autogestión
Para que en un sujeto, individuo, corporación o colectividad haya capacidad política, se requieren tres condiciones fundamentales:
1. Que el sujeto tenga conciencia de sí mismo, de su dignidad, de su valor, del puesto que ocupa en la sociedad, del papel que desempeña, de las funciones a que tiene derecho a aspirar, de los intereses que representa o personifica.
2. Que, como resultado de esa conciencia plena de sí mismo, afirme su idea, es decir, que conozca la ley de su ser, sepa expresarla por la palabra y explicarla por la razón, no solo en su principio sino también en todas sus consecuencias.
3. Que de esta idea –sentada como profesión de fe– pueda, según lo exijan las circunstancias, sacar siempre conclusiones prácticas. (6)
Pierre-Joseph Proudhon

Los defensores del parlamentarismo y la democracia representativa siempre defenderán que vayamos a votar, que lo hagamos a este o aquel, al menos malo, o si no te gustan los grandes, a los pequeños. Nos meterán miedo de que si no votamos, ganará la derecha o la izquierda, y que las cosas irán peor y no tendremos derecho a quejarnos. Hemos visto, con diversos autores base para la estructura ideológica del estado moderno, y la ayuda a través de citas de diversos autores anarquistas, que el estado solo se sostiene mediante la violencia y que esa violencia debe de ser legitimada por la población. Por tanto, si somos partícipes del ritual, estamos sosteniendo y legitimando las estructuras de poder político, la violencia contra los/as trabajadores/as y la explotación económica de los empresarios/as y demás capitalistas. Es por ello que, si participamos y legitimamos este rito, es cuando no tendría sentido que nos estuviésemos quejando. Los anarquistas tenemos propuestas de organización para los trabajadores/as, al margen de las estructuras de poder político y económico; y es esto lo que más les duele, la abstención. Pero no una abstención pasiva que nos situé como espectadores, sino la activa; que sepan que no necesitamos ni comités de empresa, ni liberados sindicales, ni políticos ni empresarios para gestionar nuestra fuerza de trabajo y nuestra vida.
"Hay trabajo y trabajo. Hay un trabajo productivo, y hay un trabajo de explotación. El primero es el esfuerzo del proletariado, el segundo es el de los propietarios." (7), escribe Mijail Bakunin en referencia a nuestro trabajo productor, y al de los que parasitan de nuestro trabajo. Por eso los anarquistas abogamos por el anarcosindicalismo como herramienta de los/as trabajadores/as para la defensa y promoción de nuestros intereses frente a la patronal, y por la autogestión. Organizarnos de manera coherente a través de asambleas, como medio de toma de decisiones y como base futura de organización, donde todos/as tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones tanto en las nuevas estructuras económicas como en las sociales creadas desde abajo. Fundar ateneos donde todos/as podamos discutir, hablar, hacernos entender, aprender y crecer como personas, ya que la cultura y el conocimiento es la base para la iniciativa y la coherencia en el desarrollo de las gestiones. Así, con calidad ética, coherencia y práctica en el día a día, nos aseguramos de que las personas que nos vean puedan abrazar nuestras ideas, dado que la propaganda por el hecho es el escaparate que muestra cómo somos y cómo aspiramos a ser, más allá de la bibliografía sobre economía, política, historia, geografía y filosofía ligada a nuestras ideas anarquistas. Por todo esto, los anarquistas llamamos a la participación activa en todo lo que afecte a nuestras vidas y, por lo tanto, a la abstención en todo tipo de elecciones que dejen en manos de otros nuestros intereses.
"Es necesario abolir por completo, tanto en principio como de hecho, todo lo que se llama poder político; porque mientras exista poder político, habrá gobernantes y gobernados, amos y esclavos, explotadores y explotados. Una vez abolido, el poder político, deberá ser sustituido por una organización de las fuerzas productivas y los servicios económicos."(8)
Mijail Bakunin

1. Mijail Bakunin, Escritos de filosofía política. Compilación GP Maximoff. Tomo I. Alianza Editorial. Pag 164
2. Mijail Bakunin, Dios y el Estado. Ed. Utopía Libertaria, Pag.25
3. Rudolf Rocker, Influencias de las ideas absolutistas en el socialismo. El ideario de Proudhon. Editorial Zero. Pag. 18
4. Rudolf Rocker, Influencias de las ideas absolutistas en el socialismo. El ideario de Proudhon. Editorial Zero Pag. 14
5. Mijail Bakunin, Escritos de filosofía política. Compilación GP Maximoff. Tomo I. Alianza Editorial. Pag 149
6. Pierre-Joseph Proudhon, La capacidad política de la clase obrera. Ed. Proyección. Pag. 28
7. Mijail Bakunin, Escritos de filosofía política. Compilación GP Maximoff. Tomo I. Alianza Editorial. Pag 155
8. Mijail Bakunin, Escritos de filosofía política. Compilación GP Maximoff. Tomo II Alianza Editorial. Pag 56
Publicado en el 5 de Fragua Social, del Sindicato del Metal, Mineria y Quimica de CNT-AIT Madrid

lunes, 16 de septiembre de 2013

De Rentas Básicas y salarios sociales

No hay trabajo para todos. Esa es una realidad exponencial en el sistema económico capitalista. La precariedad laboral está a la orden del día. Los salarios cada vez son más bajos, las jornadas laborales aumentan en una sociedad donde el 25% de la población se encuentra en situación de desempleo y el consumo se ha desbordado. A España le sobra una cuarta parte de su población. La clase obrera ha perdido lo más básico y su única manera de subsistir: el trabajo. Siendo la producción un lujo para unos pocos que viven de la plusvalía generada del trabajo ajeno, y viviendo los trabajadores sometidos a un salario, migajas de nuestra producción, los anarquistas y anarcosindicalistas abogamos por la abolición del trabajo asalariado, la toma de los medios de producción para su autogestión, el reparto del trabajo, y la gestión de la economía a través de federaciones de industria. No hay declaración de derechos humanos válida que defienda la propiedad privada impuesta por la burguesía que acabó con el absolutismo, y no reconozca al ser humano como poseedor de la producción y la distribución para la plena satisfacción individual y social.

Pero la cosa no es tan fácil como uno se pueda imaginar. Tenemos que contar con que, a pesar de la espontánea revuelta y posterior organización social que se denomina 15M, con su asombrosa capacidad de organización al margen de partidos y subvenciones, a través de la autogestión y la horizontalidad, en España la clase obrera como tal sigue totalmente perdida, sin tener conciencia de su puesto en la sociedad y en la economía, por lo que es incapaz de tener una idea determinada que desarrollar y una puesta en práctica concreta.

La Renta Básica Universal (RBU)

No podemos por tanto, en momentos de urgente necesidad y carencias, esperar el apoyo mutuo y la solidaridad de una clase obrera entusiasta dispuesta a pisotear burgueses de un momento a otro. Para evitar estallidos sociales innecesarios para los gobiernos y los empresarios, para fortalecer la paz social después de la 2º Guerra Mundial, se creó el estado del bienestar, en el cual el estado ofrece una serie de garantías sociales a la totalidad de habitantes de un país.
Iniciativas basadas en la socialdemocracia (grupos dentro del espectro de la izquierda institucional), defensoras del estado del bienestar dentro de una economía de mercado más “justa” o de decrecimiento, luchan por lo que se denomina Renta Básica Universal (RBU) o Ingreso Ciudadano. Esta forma de reparto de la riqueza trata de dar una asignación a una persona dentro de una sociedad por el mero hecho de existir, independientemente de sus características económicas o sociales. Da igual si tiene dinero, o tiene un buen trabajo, etc. Así pues, gravando de impuestos a los ricos, y mediante la reasignación del Gasto Público, impuestos directos al capital, mejora de la inspección fiscal, impuestos a las transacciones, etc., se podría conseguir que el estado nos financiase a todos por el mero hecho de existir.

Tiene su justificación la renta básica en:
a) El reparto de la riqueza, donde todos los seres humanos podamos vivir con dignidad.
b) La economía al servicio de las personas.
c) Búsqueda de otras formas de ingreso efectivas para la subsistencia.

Inconvenientes de la RBU

Los empresarios nunca van a dar su brazo a torcer.

Ya ha quedado demostrado en estos más de 30 años de democracia, que el proceso político que se produjo dentro de la legalidad de las leyes franquistas llamado transición, no es más que una estafa y una mentira. Los partidos políticos no representan a aquellos que les votan, sino que están vacios de cualquier tipo de ideología que pretenda superar el capitalismo. Son gestores del sistema económico que defienden. Sus cargos no trabajan ni producen, su funcionamiento es totalmente vertical (alejando a las bases de cualquier capacidad real de decisión, y si quieres llegar alto tienes que tragar), velan por sus intereses económicos y partidistas, son subvencionados por la patronal, además de aliarse, pactar y proteger a los grandes empresarios, banqueros y alta nobleza a cambio de suntuosos retiros y cargos en grandes compañías clave en el sector productivo.
Así pues, el estado se ve inválido para realizar cualquier tipo de mediación entre la patronal y los trabajadores. El estado solo se puede sostenerse y legitimarse mediante la violencia a través sus cuerpos represivos, y es la que ejerce contra los trabajadores tanto en su día a día, como en movilizaciones de carácter social. El miedo y la sangría de dinero por multas llevan al inmovilismo, y con ello salen reforzados los empresarios, los cuales pueden seguir haciendo propuestas de disminución de derechos laborales y sociales para seguir aumentando más su dinero y poder.
La RBU no soluciona el problema social. En una sociedad donde existen una continua tensión y confrontación entre clases sociales, es totalmente imposible el pensamiento de que a través de un gobierno de “izquierdas” de pronto cambien las leyes, y los empresarios, dueños del capital y las riquezas, salgan de su burbuja de gloria y vanidad, y vayan a querer compartirlas con todo el mundo.

No saca a la clase obrera de la miseria, la perpetua.

No se puede confundir la renta básica con cualquier tipo de subsidio o limosna que dan en España las CCAA (como la REMI en la Comunidad de Madrid o el Salario Social en Andalucía) para luchar contra la exclusión social, y que, como era de esperar, solo la perpetua. La RBU sería un mecanismo de lucha contra la pobreza y por la libertad efectiva de las personas. Aun así, es un concepto demasiado relativo si se habla de pobreza y exclusión. La RBU no es una solución al paro, ya que este es imposible de abolir dentro de una sociedad capitalista, que necesita el paro para que no suban los salarios, y tener trabajadores asustados y sumisos compitiendo entre ellos por miedo a ser reemplazados. Dentro de nuestra educación cristiana y patriarcal de que hay que trabajar y sacrificarse, el efecto del paro crea una idea de inutilidad y de completa marginación que lleva a la depresión, drogadicción o suicidios. Toda la historia que contaban los sindicatos y los gobiernos de turno sobre el pleno empleo no era más que una mentira tras otra a una sociedad que no entiende en qué tipo de sistema está viviendo.
Por tanto, no es posible que la RBU pueda favorecer el acceso al mercado laboral. Sí es cierto que puede reforzar las iniciativas de autoempleo, ligadas a la creación de nuevos empresarios, por lo que refuerza aun más la lógica del sistema.
Tampoco sirve la RBU para la defensa real de las condiciones de trabajo en las empresas. Ya que el trabajador tiene a su disposición unos ingresos base, existe la posibilidad de precarizar aún más las condiciones de trabajo, que la gente trabaje por un salario ínfimo o incluso que se trabaje sin percibir ningún tipo de remuneración. Esto se traduce en un aumento exponencial de la precariedad dentro de las relaciones laborales.

La RBU fomentaría el parasitismo.

Hay quien afirma que el ser humano es lo suficientemente inteligente como para ser capaz de descubrir nuevas satisfacciones por sí mismo, por lo que siempre estará dispuesto a trabajar. Esta afirmación es totalmente falsa. En una sociedad donde priman el hedonismo y el nihilismo ya como algo cultural y adquirido, cualquier ser humano puede perfectamente entrar en un círculo vicioso constante que le impide aportar a una comunidad, pero sí le permite destruirla a su gusto y disfrute. Si no nos cerramos y miramos incluso a aquello que no queremos ver, podemos darnos cuenta de que miles de personas, victimas o no de la exclusión social, están en círculos hedonistas cerrados en búsqueda del placer inmediato. En una sociedad donde la educación es tan sumamente mediocre, que solo selecciona máquinas productivas y no fomenta la plena inteligencia del individuo y el gusto por el aprendizaje, las artes, las ciencias y la filosofía, no se logra más que el ser humano se embrutezca y/o autodestruya.

La sociedad del bienestar no ha trabajado por el desarrollo integro del individuo y su independencia, sino que ha formado auténticos yonquis del estado, cuya dependencia de las instituciones es tal, que nunca pueden llegar a cuestionárselas. Personas que no quieren formarse, no quieren trabajar, no quieren hacer nada más que seguir en su círculo individualista de hedonismo y nihilismo, tranquilas hasta su mera destrucción.

La RBU crearía un sector de dependientes al estado, cuya aspiración en la vida sería nada más que la destrucción del bien común para buscar un sentido a su visión egoísta de la realidad y a su propia autodestrucción. Se pierde cualquier aspiración de solidaridad y apoyo mutuo entre iguales.

La cultura, un bien común.

Se podría afirmar que la existencia de una RBU permitiría a muchas personas dedicarse exclusivamente al arte y la cultura, pudiendo vivir de las mismas. Evitaríamos la existencia de élites de la cultura y el arte, si este estuviese a disposición de todo el mundo, no de unas pocas manos. El arte puede ser potenciado dentro de cada individuo. La música, la danza, la poesía, el teatro, etc., son patrimonio común de toda la humanidad, por lo que nadie debe especular con ellas. Si no se especula, no harían falta “profesionales” que se dedicasen a esto. Todos podemos crear y potenciar con nuestra mente y nuestras manos según nuestras habilidades, para el disfrute común. Si existe el reparto del trabajo, todos podemos tener tiempo para aportar a nuestra comunidad, y todo el tiempo restante para aprender y crear y llegar a donde queramos. La RBU solo propiciaría la explotación de la cultura y de aquellos que quieren llegar a ser “alguien”, y que pueden ver sus sueños truncados por el capricho de las élites empresariales de la cultura.

El trabajo asalariado, las rentas y las prestaciones no nos hacen libres, su abolición sí.

Las visiones más “radicales” dentro de los defensores de la RBU ven a esta necesaria, junto a otras reivindicaciones de toda índole. Se sigue pensando que un programa de izquierdas transformador podría romper con la actual conciencia social e incluso fomentar la creación de instituciones comunitarias que puedan suplantar al estado. Incluso he podido llegar a leer entre sus defensores que potenciaría los movimientos sociales, ya que sus miembros están financiados colectivamente por la renta básica. Sin embargo, como he intentado demostrar, la RBU solo potenciaría al estado, podría beneficiar a los empresarios y potenciaría la decadencia a la que nos mantiene condenados el capitalismo.
Ya hay suficientes experiencias históricas que han demostrado que los partidarios de Marx en aquel congreso de La Haya de 1872 se equivocaban. Que la conquista del poder político por la clase obrera solo ha perpetuado la explotación y ha creado un capitalismo de estado que ha llevado a una esclavitud y represión equiparables a las del liberalismo y el fascismo.
Es aquí donde los anarquistas y anarcosindicalistas debemos seguir trabajando en la concienciación de la clase obrera, haciendo ver que la autogestión es posible:

* Apoyar y fomentar la autoorganización de trabajadores para el fomento de sus intereses y para arrancar conquistas económicas y sociales que hagan ver a la clase obrera que la organización horizontal y autónoma es viable en los tres sectores económicos, para que estos puedan ser expropiados y funcionen en régimen de autogestión, creando así procesos colectivistas que puedan dar lugar a la supresión del estado y del régimen capitalista.

* Creando redes de autogestión donde los parados que estén excluidos del mercado laboral o quieran salir de este, en vez de pudrirse en la desesperación, tomen las riendas de su destino y demuestren que las cooperativas autogestionadas pueden ser como islotes de igualdad y responsabilidad colectiva al margen de la explotación laboral en la producción y la distribución. Las cooperativas y las comunidades demuestran que la anarquía no es una utopía, sino que es viable en el plano de las relaciones entre individuos, como en el de las relaciones de producción. Pero siendo conscientes de trabajar los aspectos ideológicos de las mismas, que pueden ir desde la autogestión, hasta la burocracia más compleja, pudiendo convivir los dos aspectos. Son un ejemplo interesante, ya que las tentativas comunitarias son molestas para el poder y este intentará integrarlas dentro de su maquinaría jerárquica o destruirlas.


Por lo tanto, el Socialismo no puede ser nada más que la expresión revolucionaria y transformadora de la clase obrera; económicamente no puede ser otra cosa que el establecimiento de la propiedad colectiva de los medios de producción, el fin de la explotación; es decir, la autogestión. Más aún: suprimir la gobernación de los hombres y reemplazarla por la administración de las cosas.
“Rudolf Rocker – Anarcosindicalismo, Teoría y Práctica”

*Publicado en el nº 403 del Periódico CNT


martes, 5 de marzo de 2013

La hipocresía de la Fundación RAIS, y demás organizaciones que trabajan con la exclusión social


Por muy bonitas campañas que hagan este tipo de empresas, por mucho que machaquen psicológicamente a sus usuarios para que hablen bien, por mucho que se escondan entre los movimientos sociales con las caretas que quieran, cada vez engañan a menos personas. Yo no soy el que dudo que alguna vez este tipo de organizaciones tuvieran la idea de paliar la exclusión social, pero actualmente hacen muy poquito. Son las externalizaciones de la administración pública y la dependencia a las subvenciones estatales, o cuyo fin es el blanqueo de dinero, las que hacen que estas organizaciones se vuelvan un elemento parasitario y gestor de las miserias que produce el capitalismo.

Un 25% de población en situación de desempleo y desamparo deja ver que la falta de concienciación de clase de los/as trabajadores/as hacen protagonistas a estas empresas gestoras de la pobreza, para tratar como enfermos a la clase obrera que angustiada ansia el suicidio para escapar corriendo de la decadencia del capitalismo.

Y no es solo sus usuarios quienes sufren este vejatorio trato por su parte: las coacciones, los chantajes emocionales y los despidos injustos, son el día a día de los/as trabajadores/as de un sector totalmente desclasado en el que no existe ni la libertad sindical, ni la libertad de trabajo, ni de trato con los usuarios. Por ello solo somos meros ejecutores de un engranaje de programas y proyectos enmarcados en sacar el máximo beneficio de personas vulnerables que se mantendrán en un círculo vicioso dentro de la exclusión social en una sociedad en la que si no tienes dinero y pisas a los demás sin miramientos, estás condenado a estar atormentado en el paro y la miseria. Y si no se dejan machacar, humillar y se arrastran hacia los brazos de los/as jefazos/as parásitos que los abrirán con aires de paternalismo y autoridad suprema, no tendrán ningún atibo de esperanza. Para remantar, si no cuentan con apoyo familiar, solo están condenados a vagar en círculos por los servicios sociales, siendo una y otra vez derivados, dándoles la Renta Mínima de Inserción para subvencionarles las drogas que acabaran con su existencia.

Así, los compañeros del Sindicato de Enseñanza e Intervención Social en este comunicado: http://madrid.cnt.es/noticia/las-miserias-de-la-fundacion-rais denuncian el trato que reciben trabajadores/as de la fundación RAIS que han acudido al sindicato. Y por lo que pareces ser común despiden mintiendo sin escrúpulos y con despidos más baratos de lo que marca la ley, posiblemente para quitarse a gente molesta de en medio. ¿Así es como se lucha contra la exclusión social? ¡¡Fomentando el paro y la precariedad!!

Y no son los únicos, ya que hace ya algunos años, también los compañeros denunciaron las actividades de la ahora Fundación Cauces: http://ensemad.cnt.es/content/view/396/1/ también chupando del bote de las privatizaciones de las administraciones públicas, aprovechándose de las prácticas de estudiantes (ya que no tienen ningún tipo de garantía laboral) y con multitud de irregularidades en las relaciones laborales.

Imagino que esta mala fama que se estará llevando la CNT en el sector de lo social, denunciando públicamente las irregularidades de los explotadores, forzará a estos a potenciar su lado más fascista y autoritario, impidiendo que la CNT pueda expresar sus ideas libremente y coartando la libertad sindical. No creo que a los/as compañeros/as les preocupe, porque tienen argumentos sólidos, ideas, recursos pedagógicos de intervención eficientes y ganas de acabar de forma eficiente con la exclusión social y la explotación laboral. Y lo más importante, en la tensión y el conflicto de clases sociales, lo que no tienen precisamente es miedo.