jueves, 29 de enero de 2009

Los Internacionales en la Región Española 1868-1872

Los Internacionales en la Región Española es uno de los pocos libros en el cual se habla de la historia del movimiento obrero en España en el siglo XIX y su relación con la AIT. Una parte de la historia, desconocida para la gran mayoría de la población, y tristemente para la mayoría de los militantes obreros. Desde la llegada de Giuseppe Fanelli hasta el III congreso de la F.R.E en Cordoba, el compañero Abel Paz, perfectamente documentado, hace una narración perfectamente estructurada y detallada del paso y las consecuencias que tuvo la llegada de la Internacional para los trabajadores/as y la burguesía en España. Además relaciona perfectamente los sucesos que acontecen en la sección española con los que acontecen en el seno de la AIT y la problemática entre la corriente autoritaria y la corriente colectivista.


Un trabajo clave y básico para entender las turbulencias políticas, económicas, sociales y de cómo afectan a la vida del proletariado en el siglo XIX; el posicionamiento mayoritario de la sección Española al colectivismo, la creación de la Alianza por la Democracia Socialista, defensora acérrima de las tesis colectivistas (predecesora de lo que sería la FAI en España) y la estrategia dada para la formación de la CNT como arma para la organización proletaria en base a los principios de lo que hoy se conoce como anarquismo, y de la conquista de los medios de producción.


Una obra de referencia que nos ayuda a entender la raíz de toda organización obrera, que nos acerca en definitiva, al trabajo llevado a cabo por los compañeros/as para el comienzo de la emancipación del ser humano. La historia que nunca daremos en institutos y escuelas, puesto que parece ser que es más importante el nacionalismo español, las batallitas y los romances de la burguesía y la nobleza, que la historia de las organizaciones proletarias, base todas ellas para entender muchos de los acontecimientos históricos que se han dado en el siglo XX y que muchísima gente no llega a comprender.