jueves, 31 de marzo de 2011

No a las guerras imperialistas. No a la paz entre clases sociales

El imperialismo de la OTAN manejado por EEUU y sus socios de la UE han aprovechado el estallido social en Libia para provocar una cruenta guerra civil que está condicionando al pueblo Libio a la miseria y a la muerte. Ponen la excusa de la dictadura Libia para realizar una santacruzana e implantar democracias para que las grandes multinacionales pongan pies en Libia y chupen hasta la última gota de sudor, petróleo y demás materias primas que tenga el país sin necesidad de pactar condiciones con Gadafi. Todo esto recuerda a cuando los cruzados, con la excusa de proteger Tierra Santa del Islam, aprovechaban para controlar las rutas comerciales venidas de Oriente, y por tanto toda la riqueza que se exportaba.

Malvado dictador es Gadafi que está masacrando al pueblo Libio con las armas que curiosamente, le han vendido los mismos que hoy le están bombardeando. España ha sido uno de los principales exportadores de armas al gobierno Libio:

http://www.rtve.es/noticias/armas/

Y que decir tiene, que Gadafi es el ser más malvado de Oriente. Pero, otros países con monarquias absolutistas como Arabia Saudí o los Emiratos Arabes… ¡¡ni tocarlos!! Hay estaba Zapatero y los empresarios cerrando acuerdos comerciales y de inversión por parte de los Emiratos Árabes Unidos (principales socios de la OPEP), mientras que los pueblos Árabes se levantaban contra el malestar social ejercido por el encarecimiento de lo básico, además de otras fuerzas e influencias de origen oscuro para acabar con la oposición hacia las políticas de EEUU en la zona.

http://www.lne.es/economia/2011/03/02/emiratos-arabes-engorda-inversiones-cajas-ahorros-150-millones/1040574.html

Mención especial deben tener en todo esto las empresas de gestión de conflictos sindicales, CCOO y UGT, las cuales, subvencionadas y domesticadas al servicio del estado y del PSOE, sus directivas, a espalda de su militancia, como siempre, han apoyado la guerra y la invasión contra el pueblo Líbio. Esto deja constancia, una vez más de las miles de veces que lo han hecho, que su funcionamiento interno no es democrático, siendo similar al sindicalismo verticalista de la época de Franco. Su finalidad y sentido de existencia sigue siendo el de contener la agitación social que de los/as trabajadores/as en beneficio del gobierno que les mantiene y les subvenciona, siendo una pieza clave más en este tétrico juego.

Las revoluciones no vendrán nunca a través de las iluminaciones de EEUU o de sus socios. Las revoluciones vendrán a través del trabajo y la acción del pueblo y la organización de manera autónoma e internacionalista, al márgen de los estados con la solidaridad y el apoyo mutuo de clase como principal bandera y acción. Solo el pueblo y la clase obrera puede decidir su destino. Ni los yankiees, ni la UE ni las grandes multinacionales del petróleo, el gas o el consumo deberán dirigir una revolución, ya que son estas las primeras interesadas en enfrentar a los trabajadores, domesticarlos y sacar en máximo beneficio económico de todos aquellos acontecimientos que ocurran en países donde no se les deje poner las garras. Para que una revolución social triunfe, es necesario que el primer objetivo sea la lucha y eliminación de las clases sociales dominantes y privilegiadas, esto es, políticos, reyes, religiosos, Shas, empresarios y dictadores varios. Y para que esto sea cierto, es necesario que nosotros llevemos las ideas anarquistas y anarcosindicalsitas al mundo Arabe, y hacer ver que la lucha de clases no es una idea occidental, sino una realidad en todo el mundo.

NI GUERRA ENTRE PUEBLOS, NI PAZ ENTRE CLASES

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jamás entenderé la incongruencia en la proclama "No a las guerras imperialistas. No a la paz entre clases sociales".

Carolus